Su romance fue, al principio, un juego en La cocina del show, el programa que conducen Mariano Iúdica y Zaira Nara. Hubo tres meses de si-no-si-no-si-no mediático. Pero hace dos semanas salieron de la línea de tiro de las cámaras que mostraban –como en el filme The Truman Show– cada segundo de su relación, y vieron, a solas y en la cama, el final de la serie Lost. Telón. Y segundo paso: juntos por primera vez en una producción de fotos, cuentan esa historia mitad realidad y mitad ficción, con vergüenza y humor, también por mitades.
–¿Capítulo uno?
Paula: Lo primero que me dijo fue “vos sos chueca”. ¡No lo pude creer! ¡Qué atrevimiento!
–¿Hubo réplica dura?
–No, porque yo no sabía si era jefe o qué, y por respeto me callé la boca. Me reí. Porque a pesar de que soy modelo, nadie se había dado cuenta de mi chuequera.
Peter: Sí. Fue lo primero que le dije, porque al principio eran treinta participantes. Con Mariano Iúdica les hacíamos notas a todos, y como Paula no era tan conocida ni popular, la teníamos un poco al costado: pocas notas, y casi sin diálogo.
Paula: En realidad (¡y se lo dije!), antes ni siquiera lo registraba. Era cero.
Peter: Es cierto. Pero además, si quería levantármela, nunca le habría dicho que era chueca. ¡Lindo piropo!
–Pero sirvió de disparador.
Peter: Sí. Ese día empezamos a charlar y pegamos mucha onda. ¿La verdad? ¡Ella me encantó!
Paula: El botón de arranque fue en el programa Un sol para los chicos<, al que yo fui como invitada. A él le había tocado cubrirlo.
-¿Segundo round... o paso de baile? Paula: Fue en La cocina del show. Peter, en broma e imitando a Ricardo Fort, dijo que iba a hacer un casting para buscar novia, y yo le dije que haría lo mismo para buscar novio.
–Si después de eso no había chispa, es porque estaban muy distraídos.
Peter: Mirá, Mariano sabía que Paula me parecía la más linda del certamen, y me presentó como el candidato número uno. ¡Me hizo gancho! Y ahí nomás le canté, en vivo, un tema de Ricardo Montaner.
–Y la chispa se hizo llama.
Peter: ¡Siií! Fue el gran comienzo.
–Pero fuera de las cámaras, del show, ¿qué había realmente entre ustedes?
Peter: Al principio, no mucho. Siempre nos veíamos en Ideas del Sur o en El Trece, y las cámaras registraban todo.
–¿Todo, todo, todo?
Peter: No. Los mensajes de texto y los llamados telefónicos, nunca. Paula me gustaba por su cara y por su cuerpo, pero después me enganché por su humor y su sensibilidad. Abreviando: ¡me enamoré!
–Capítulo clave: primer beso: ¿En cámara o en privado?
Paula: Un beso... público. Frente a todas las cámaras de La cocina del show. ¡Nada menos!
Peter: Sí, y justo en el momento en que teníamos las caras llenas de torta. ¡Mirá qué romántico!
–¿Con ayuda?
Peter: Me ayudó Iúdica, y todos los integrantes del programa me alentaron, como una barra futbolera, para que el beso se concretara. Me acerqué a Paula pensando que era beso ¡o cachetazo! ¡Y fue beso!
–¿Por qué dieron tantas vueltas antes de ir al grano?
Paula: Porque yo estaba hasta las manos en mi carrera, y tenía miedo de exponer mis sentimientos ante medio mundo. No soy histérica: me tomé el tiempo que necesito antes de concretar una relación. Me criaron a la antigua, y no puedo quemar etapas. Paso a paso.
–¿Qué te atrapó de Peter?
–Es contenendor, romántico, y tiene mucho sentido del humor. ¿Qué más puedo pedir?
Peter: Una vez, por la calle, me gritaron “¡¡¡lenteja!!!”, por lo que estaba tardando en el ataque, y me lo banqué.
–¿Por qué esa supuesta lentitud?
Peter: Vivo en las Las Cañitas, pero soy de José Mármol, partido de Almirante Brown. Ella es modelo y tiene otro estilo de vida. Hablemos claro: soy un pibe de barrio, de suburbio, y mi código es ir de a poco. Pero ya ves, aunque fuimos despacio, estamos viviendo nuestro mejor momento.
Paula: Es cierto, estamos mejor que nunca. Y hace dos o tres semanas hicimos un clic.
–¿En qué sentido?
Paula: Antes nos dejábamos llevar por lo que decía la gente...
Peter: ...pero hoy vamos viviendo el día a día, sinceros y sin cámaras, y estamos mejor que antes.
–¿Hubo presentación familiar?
Paula: Peter conoció a mi familia en la tele, lo mismo que yo a la de él. Pero oficialmente todavía no.
–Sabemos que te mudás. Adiós a la casa de mamá. ¿Sola o con Peter?
Paula: Sola. Antes de convivir necesito esa experiencia.
Peter: Tan sola que no me deja ni ayudarla a pintar el departamento.
–Un pintor siempre es útil, Paula.
Paula: Pero no quiero que los dos terminemos pintarrajeados. Contraté a un profesional.
–Futurología: termina ShowMatch... ¿Después?
Paula: No sabemos. Estamos bien, y creemos en el amor libre...
Peter: ...y divertido.
Paula: Después de ShowMatch me voy cinco días a Punta del Este, a trabajar y descansar. Tengo algunos desfiles allá, y después, ¡ocio!
Peter: Yo me quedo trabajando en Soñando por bailar. Ojalá que pueda conseguirle a Paula algún laburito en el programa, para estar juntos.
–¿Cómo separan la ficción del show de la vida real?
Peter: Paula me flechó. ¡No estoy actuando! Ni siquiera soy actor.
Paula: Y yo tampoco. Los dos somos súper auténticos. Por eso, como cualquier pareja, nos peleamos y nos reconciliamos.
–¿Bailarían juntos en ShowMatch?
Paula: Ahora es difícil: estamos casi en la final.
Peter: Soy un poco tímido, pero si aprendo rápido las coreografías y si bailamos juntos, ¡podemos ganar la final!
–¿Y la otra final, la boda?
Paula: ... (silencio)...
Peter: Si todo sigue como hasta ahora, ¡nos casamos en diciembre del año que viene!
–¿El padrino?
Los dos: ¡Ojalá sea Tinelli!
un amor eterno que va a durar por siempre los amooo!!!!
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